martes, 10 de septiembre de 2013

Análisis del contexto económico, organizativo y estético de las Artes Escénicas de México.







UNIVERSIDAD AUTONOMA DE METROPOLITANA
DIVISIÓN DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES
POSGRADO EN POLÍTICAS CULTURALES Y GESTIÓN CULTURAL


DOCUMENTO DE TRABAJO



Análisis del contexto económico, organizativo y estético
de las Artes Escénicas de México.


Ángela Mercado Shelley, 2012.

 Fuente: Fotografía extraída desde es.globedia.com el 10 de septiembre de 2013.

 
El campo cultural que elegí para elaborar el análisis del contexto económico, organizativo y estético, pertenece al campo cultural de los espectáculos públicos, específicamente el que esta relacionado con las artes escénicas, en la ciudad de México.
La oferta de los espectáculos públicos involucra la vida cotidiana y la INEGI los clasifican en: teatrales, deportivos, taurinos y recreativos.
Enfocaré la investigación en la los espectáculos escénicos y recreativos que integran diversas disciplinas artísticas transformando estos eventos en espectáculos multidisciplinarlos.
Espectáculo público: función o actuación de cualquier tipo, cuya finalidad es proporcionar cultura y diversión a la población.[1]
Espectáculo recreativo: acto que se presenta a través de uno o mas ejecutantes combinando la destreza manual y la habilidad mental para el entretenimiento de los asistentes.
Espectáculos públicos
Entidades federativas que reportaron establecimientos con espectáculos teatrales según localidades gratuitas y vendidas, importe, días trabajados y funciones.
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Entidades federativas que reportaron establecimientos con espectáculos recreativos según localidades gratuitas y vendidas, importe, días trabajados y funciones.
23
Entidades federativas que reportaron establecimientos con otros espectáculos según localidades gratuitas y vendidas, importe, días trabajados y funciones. 2003
24
Entidades federativas que reportaron el total de localidades en establecimientos de espectáculos públicos según tipo.
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Entidades federativas que reportaron un total de espectáculos teatrales según tipo.
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Entidades federativas que reportaron el total de  localidades en establecimientos de espectáculos de danza según tipo.
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Entidades federativas que reportaron el total de localidades en establecimientos de espectáculos musicales según tipo.
28
Entidades federativas que reportaron el total de localidades en establecimientos de espectáculos recreativos según tipo.
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Entidades federativas que reportaron el total de localidades en establecimientos de otro tipo de espectáculos según tipo.
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Indicadores seleccionados de espectáculos teatrales por entidad federativa. (Promedios)
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Indicadores seleccionados de espectáculos recreativos por entidad federativa. (Promedios)
34
Indicadores seleccionados de espectáculos de otro tipo por entidad federativa. (Promedios)
34
2. Espectáculos Públicos 2003. Estadísticas de cultura, edición 2005 INEGI

En las disposiciones sobre espectáculos públicos de la legislación nacional se estipula que las personas físicas o morales que obtengan permisos para desarrollar espectáculos musicales, teatrales, artísticos, culturales y recreativos estarán obligadas a disponer lo necesario para que cuando menos el 75% de los participantes sea de mexicanos, excepto en los casos de espectáculos públicos extranjeros que se presenten por un evento o temporada, en cuyo caso se podrá tener participantes extranjeros en los términos de la delegación aplicable; instalar lugares funcionales y debidamente acondicionados, tales como camerinos o vestidores, vigilar que durante la celebración de espectáculo público se mantenga el orden, y se observen otras normas relativas a la difusión y la suspensión de los espectáculos.
Existen reglamentos que regulan la celebración de espectáculos públicos en las distintas entidades del país, ellos determinan las reglas y los mecanismos para garantizar que con motivo del desarrollo de esos espectáculos no se altere el orden público, ni se ponga en riesgo la integridad de los participantes y asistentes.
El objetivo de dicho reglamento es, entre otros, el establecimiento de políticas y programas de coordinación y colaboración encaminados al aprovechamiento de los atractivos culturales del país, tales como destinos turísticos, y el establecimiento de las acciones necesarias para el mejoramiento de la infraestructura cultural y turística.
Dentro de los regímenes legales específicos, encontré el que se refiere a la régimen legal sobre fomento a la música, del teatro, de la danza, y otras artes escénicas y dice lo siguiente:
La legislación vigente regula los contratos de edición de las obras musicales, fijando derechos y obligaciones tanto para el autor como para el editor de la obra. Entre ellos destaca la cesión por parte del autor del derecho de reproducción al editor y la facultad de realizar los arreglos y adaptaciones necesarios (contando para ello con la expresa autorización del autor o sus causahabientes), mientras que el editor estará obligado a realizar la divulgación de la obra, recibiendo ambos una prestación económica según se pacte.
La dificultad de asumir las artes escénicas como parte de la industria cultural esta argumentada en cuanto a que un producto escénico no es reproducible en masa, aunque sí es repetible. Además, dado que los artistas que presentan un producto de las artes escénicas no son un medio para la elaboración de un bien final, sino que su exposición frente al público es el fin mismo del montaje, no es posible recurrir a otros medios más eficientes desde el punto de vista económico o menos onerosos para reemplazar o sustituir a quienes lo realizan.
En un trabajo de investigación, Perfoming Arts, The Economic Dilemma 1966, de William Baumol y William Bowen, sobre la economía de la cultura, demostraron que en vista de que la calidad y la aceptación de las artes escénicas por parte del público dependen de la intensidad del trabajo como factor de producción, es imposible aumentar la productividad de este sector. En otras palabras, no es factible aumentar la productividad en las artes escénicas (menos horas de trabajo/ensayo, menos mano de obra, sustituir trabajo humano por máquinas, montajes precarios, etc.) sin ir en detrimento de la calidad y el éxito de la obra.
Referente a los costos esto quiere decir que los crecientes gastos de la producción sólo puedan, en principio, ser recuperados con un número demasiado alto de presentaciones ante el público o con precios excesivamente altos de las entradas.
En el primer caso, el de las numerosas presentaciones, se tendría que contar con un público lo suficientemente amplio como para poder hacer un número de funciones que permitan desperdigar los costos fijos de la puesta en escena. Pero hoy en día, cuando las opciones de entretenimiento para el público se multiplican con la proliferación de los formatos digitales y cuando existe sobreoferta de opciones culturales como característica intrínseca del sector, esa alternativa parece inviable. Además, en un contexto como el latinoamericano, en el que generalmente la oferta se concentra en pocas grandes ciudades y en el que el público que tiene la formación o la posibilidad para pagar por este tipo de espectáculos es limitado.
El segundo caso, en el que se plantean precios altos para compensar altos costos de montaje. Para los autores, las organizaciones de espectáculos en vivo no están dispuestas aumentar sus precios de forma indiscriminada por razones morales. En la medida que los grupos escénicos están generalmente convencidos del valor de su producto para la sociedad, se busca principalmente distribuirlo de la manera más amplia y equitativa posible, en lugar de convertirlo en un producto excluyente. Además, dentro de la priorización de necesidades de un consumidor medio en sociedades como las nuestras, difícilmente sería posible fijar precios altos para las artes escénicas, pues las harían muy poco competitivas frente a otro tipo de gastos más necesarios. Por último, la competencia de innumerables medios masivos es un factor más que impide el aumento de precios de las entradas a las artes escénicas. Las alternativas de entretenimiento que ofrecen los medios masivos a módicos precios se configuran como sustitutos imperfectos de las artes escénicas (cine, televisión, cable, DVD, Internet, etc.)
Si bien el total de espectadores de espectáculos escénicos en la ciudad ha crecido entre 2002 y 2008, este crecimiento se ha visto jalonado por el teatro comercial, mientras que el teatro oficial, más cerca de la producción independiente de la cual depende la diversidad de contenidos, ha visto disminuir drásticamente su número de espectadores.
En la realidad de la región iberoamericana puede observarse que las artes de la escena están reservadas para segmentos relativamente reducidos de la población, concentrados en grandes ciudades, con escasa disposición comparativa a pagar por este tipo de servicios culturales. En otros países como España se encuentra que la oferta escénica se ha mantenido o incluso aumentado a lo largo de los últimos años.
Todo apunta a que el sector presenta dificultad para generar recursos propios suficientes que permitan financiar sus costos crecientes. Rara vez, las organizaciones alcanzan a cubrir los gastos de funcionamiento con los ingresos generados por la actividad propia. Varios estudios han demostrado que en el caso de las organizaciones dedicadas al teatro, danza y música en vivo, presentadas en salas de arte escénico no son sostenibles por su propia actividad y dependen siempre de la ayuda estatal o de la diversificación de sus actividades para poder ser viables financieramente.
En el caso de compañías independientes, el hecho de que más de un 50% de la actividad escénica, de esta ciudad, se haga sin fines de lucro demuestra que se trata de una actividad que tiene muchas dificultades para financiarse a través del mercado y recurre en contraste al voluntariado como alternativa a las restricciones económicas, así como a la generación de recursos mediante actividades paralelas como talleres, cursos, diplomados, conferencias, exposiciones, etc.
Otro recurso para lograr una sostenibilidad precaria en las artes escénicas tiene que ver con la donación de trabajo de parte de los artistas como alternativa para la realización de las obras. Se trabaja bajo la lógica de una cooperativa: los insuficientes ingresos se reparten entre los artistas de una representación cualquiera. Previamente se deduce un porcentaje de lo recaudado para cubrir costos fijos de mantenimiento de la sala. Por supuesto, el pago que reciben los actores es bajo y en la mayoría de los casos debe ser complementado por otro empleo. En el estudio citado se mostró que mas del 66% de los artistas escénicos debía recurrir a otro tipo de empleo para alcanzar ingresos adecuados para su sostenimiento.
Una alternativa adoptada por las prácticas escénicas para la disminución de costos de producción consta en la selección de repertorios que no exijan un costo excesivo en vestuario y escenografía, con todas las implicaciones sobre la calidad que esto pueda tener. Por último puede llegar a recurrirse a modalidades de canje publicitario para financiar los costos necesarios para el montaje escénico.
El hecho de que los grupos escénicos en Iberoamérica logren subsistir y seguir presentando sus obras recurriendo a prácticas poco ortodoxas de mercado o simplemente precarizando su sistema de producción, no es suficiente para asegurar que sea un sector económicamente viable. La insolvencia de los costos es algo real y con lo que tienen que luchar cotidianamente los artistas escénicos. Si bien la financiación pública resulta indispensable para su sostenimiento, los sistemas de beneficios tributarios para inversionistas privados en proyectos escénicos se erigen como una de las alternativas para disminuir el riesgo de las polarizaciones financieras que el sector sobrelleva día a día.
En México se ha tratado de manera distinta a cada tipo de producto y servicio en lo que respecta a la normatividad jurídica, arancelaria y de distribución comercial en el marco de los gats (Acuerdos Generales del Mercado de Servicios) en el contexto del comercio internacional. Sin embargo, al interior de las naciones, esta industria enfrenta problemáticas distintas que responden a diferentes condiciones económicas, geográficas, políticas, tributarias y legales, que de algún modo favorecen la inequidad comercial que, si bien podría interpretarse como competitividad, lo cierto es que las pequeñas empresas luchan por persistir frente a los grandes capitales que acaparan los mercados globales y sus consumidores.
En algunos países de América Latina (Bogotá 2007)[2], la industria cultural se ha vuelto parte esencial del desarrollo económico, toda vez que el concilio de gobierno y ciudadanía ha generado condiciones y parámetros jurídicos que facilitan a creadores e iniciativa privada la producción de bienes y servicios, fortaleciendo el mercado de exportaciones, la oferta cultural, y generando nuevos flujos de divisas.
En la última década, se han modificado -debido a los avances tecnológicos- los procesos de divulgación, promoción y comercialización, afectando principalmente los derechos de autor de empresas y creativos, así como a las manifestaciones culturales propias. La distribución virtual de contenidos científicos, literarios y fonográficos ha lesionado a la industria y modificado las formas de interacción comercial.
México es un país con una diversidad cultural muy amplia en el que se llevan a cabo expresiones de todas las naturalezas posibles, los consumos culturales son bastos y muchas actividades culturales llegan a ser rentables. El problema es que la mayoría de las actividades culturales no lo son y la falta de mecanismos para hacerlas productivas ha llevado a la necesidad de subsidiarlas poniendo en evidencia que la oferta cultural es mayor que su demanda. La asistencia o interés por actividades culturales es poca y muy centralizada en nuestro país, la población no considera una opción asistir a eventos culturales más allá del cine y de algún concierto.
El consumo cultural se ha vuelto un gran negocio para algunos que han logrado conquistar el mercado pero han dejado fuera a muchos artistas que no tienen acceso a los medios de promoción masivos y en algunos casos a la calidad internacional que requiere.
En el plano de los esfuerzos intergubernamentales por erradicar las grandes asimetrías que existen en el mercado nacional e internacional, México no ha generado los consensos necesarios que pudieran conducir al abordaje legislativo de estos temas, así como al diálogo entre gobierno y ciudadanos. Sin lugar a dudas, se requiere de un diagnóstico que profundice en las debilidades y desventajas con que trabaja la industria cultural mexicana, así como un análisis de las fortalezas, para lo cual deben considerarse aspectos tales como: leyes nacionales sobre el derecho de autoría, las regulaciones a la inversión extranjera en las industrias culturales, el apoyo a la inversión y la consolidación de un sistema de subvenciones, la reducción de los impuestos para la exportación de los productos culturales, la regularización del espacio radioeléctrico con una premisa de equidad en beneficio de todos los sectores sociales, la regularización del mercado interno, así como todos aquellos aspectos que fomenten la creatividad y la innovación en esta industria en nuestro país.
Una de las alternativas que encuentro más viable para la creación y el desarrollo de las artes escénicas es la de potenciar el trabajo de los artistas nacionales hacia la internacionalización, dar a conocer redes en las que puedan insertarse en festivales mercados y líneas de programación para las artes, desde el mercado Mexicano.
Considerando bienes culturales ya en realización Presentar la industria mexicana desde proyectos de intercambio, co financiamientos, investigación y desarrollo de proyectos viables. Desde propuestas que buscan la creación del bien cultural. Líneas de Financiamiento (directas y por aplicación). Desde la empresa privada, Fundaciones e Instituciones de esta industria .
Podría percibirse que en esta área de las artes escénicas en donde los proyectos se expanden en la concepción de espectáculos multidisciplinarlos la estética esté determinada por espectáculos masivos, como el circo du soleil o el espectáculo de slava el payaso, no pretendo descalificar el gran trabajo de los artistas, interpretes y creadores de estos espectáculos, que por cierto es bueno, pero son eventos que se encuentran insertados en el sistema de las industria, para estar dentro de estos espectáculos es necesario pagar una entrada que no es accesible para todos, sin embargo son masivos, esto me hace pensar que el sistema mercadológico que operan corresponde al de las grandes corporaciones, además de beneficiarse  de un sistema de marketing que les permite difundir su espectáculo a nivel masivo. 

Bibliografía
Marqueting de las Artes y la Cultura. François Colbert, Manuel Cuadrado. Editorial Ariel 2003 Barcelona.
Espectáculos Públicos 2003. Estadísticas de cultura, edición 2005 INEGI



[1] La entidad federativa con el mayor numero de establecimientos  de espectáculos públicos es el Distrito Federal con 127 espacios, lo que representa el 17.4%, en el año 2003 se registraron 728 establecimientos de espectáculos teatrales, 161 deportivos, 41 taurinos, 47 recreativos y los 167 restantes otro tipo de espectáculos públicos. INEGI


[2] Declarada por segunda ocasión por la Unión de Ciudades Capitales de Iberoamérica (UCCI) como Capital Iberoamericana de la Cultura 2007 y Capital Mundial del Libro 2007 por la UNESCO




 

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